05 septiembre 2013

Cómo distinguir un lunar normal de uno peligroso

Bienvenidos a “Salud Devicio”, en esta sección pretendemos abordar temas que nos preocupan a todos, aclarar cuestiones, despejar dudas, descubrir curiosidades, resolver inquietudes… en definitiva, aprender más sobre cualquier asunto relacionado con la salud.

Para conseguirlo, necesitamos vuestra colaboración. Sería estupendo que os pusierais en contacto con nosotros escribiendo al correo electrónico (rvv.devicio@gmail.com) o a través de Twitter (@devicio_), lo que os resulte más cómodo, para formular las preguntas que queráis o proponer temas que os gustaría que tratásemos.

Para romper el hielo, hemos elegido una cuestión que genera mucha ansiedad. Numerosos pacientes acuden a consulta para saber si “¿este lunar es normal?”.

El melanoma, que es el cáncer de piel más agresivo por su gran capacidad de metástasis, y el resto de tumores cutáneos junto con varios tipos de lesiones en la piel tienen un factor causal común: el exceso de exposición solar. No es la única causa pero, sin duda, sí la más importante.

El sol nos encanta, es maravilloso, tiene un montón de efectos beneficiosos para nuestra salud: activa la vitamina D (fundamental para fijar el calcio en los huesos), ayuda a controlar la tensión arterial, el funcionamiento cardíaco, el metabolismo del colesterol, regula los ciclos del sueño, incrementa las defensas, mejora el estado de ánimo a través de la liberación de endorfinas, etc.

El sol nos sienta bien, sí, pero ojo, es imprescindible una buena fotoprotección (hablaremos de esto con más detalle en próximos números) para evitar un envejecimiento prematuro de la piel (la famosa frase “la piel tiene memoria” es absolutamente cierta, se va acumulando el tiempo de exposición solar desde que nacemos y, a partir de un momento dado, empieza a pasar factura) y un amplio abanico de lesiones, en el mejor de los casos sólo antiestéticas y en el peor, muy graves e incluso letales.

Esperamos que os estéis protegiendo bien del sol este verano. Daremos la lata más veces con esto, seguro, porque los rayos del sol están presentes durante todo el año, sobre todo en ciertas zonas del planeta, y por lo tanto hay que tomar medidas a lo largo de los doce meses. Pero volvamos a los “lunares”.

Todos tenemos, en mayor o menor grado, lunares y “manchitas” en la piel, además van apareciendo nuevos a lo largo de la vida. A veces, pueden ser signo de algo más preocupante. Es muy importante revisarlos con cierta frecuencia (una vez al mes sería lo ideal) y fijarse especialmente en los siguientes aspectos:

  • Han cambiado de tamaño, color o forma
  • Son diferentes del resto
  • Son asimétricas
  • Tienen un tacto áspero
  • Tienen varios colores
  • Son mayores de 5 mm
  • Pican
  • Sangran
  • Tienen una superficie brillante
  • Parecen una herida pero no cicatrizan

Ante una lesión pigmentada se han descrito cinco signos de sospecha de melanoma, son los CRITERIOS ABCDE:

·         A: Asimetría. Una mitad o parte del lunar es distinta del resto.
·         B: Bordes mal definidos, irregulares, difusos.
·         C: Coloración no uniforme. La pigmentación no es uniforme, se observan cambios de color de una zona a otra del lunar.
·         D: Diámetro mayor de 6 mm o cualquier cambio de tamaño de un lunar.
·         E: Elevación de la superficie de la lesión.


El lunar más sensual de Hollywood,
Marilyn Monroe


Resumiendo, hay que prestar atención a los lunares que cambian de forma, tamaño, color, sangran o pican. Y ante la más mínima duda, consultad cuanto antes a vuestro médico de familia o dermatólogo. Recordad que un diagnóstico precoz puede marcar la diferencia.

Si tenéis cualquier pregunta, sugerencia o comentario, podéis comunicaros con nosotros a través de @devicio_ o enviando un correo a rvv.devicio@gmail.com.


¡Hasta la semana que viene!

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