Hace
unos días, para disgusto de muchos, saltaba la noticia del asesinato literario
de Mark Darcy, el ya marido de Bridget Jones. La autora británica Helen
Fielding le asestó varias pulsaciones de su teclado hasta dejar a la
protagonista e icono de finales de los 90 viuda y con dos hijos en la nueva
entrega de la ya saga, Mad about the Boy.
Con el
título de la canción de sir Noël Coward que popularizó Dinah Washington,
continúa la serie que comenzó en 1996 con la publicación de El diario de Bridget Jones —aunque
existía una columna en The Independent
desde 1995— y siguió con Bridget Jones:
Sobreviviré en 1999, con sendas adaptaciones cinematográficas
protagonizadas por Renée Zellwegger, Colin Firth y Hugh Grant.
En esta
ocasión, la que otrora fuera una joven treintañera londinense con sobrepeso,
adicción al tabaco, jefe crápula y, muy a su pesar, soltera… ahora se ha
convertido en una cincuentona viuda, con dos hijos fruto de un matrimonio feliz
y enamorada de un “yogurín”. Es decir, analizándolo fríamente, ha pasado de
sufrir la crisis de los treinta a la de la mediana edad tardía. Y, quizás, la
idea haya sido que gran parte del público que se identificó con ella en su día,
vuelva a hacerlo ahora.
Cubierta original del libro |
Entonces,
¿por qué los lectores y seguidores de las aventuras de Bridget han puesto el
grito en el cielo y han colapsado las redes sociales con su indignación frente
a la desaparición del personaje de Mark Darcy?
Posiblemente,
para conocer la raíz de los motivos que desencadenan ese descontento haya que
analizar un poco más en profundidad, más allá de la historia de este ejemplo de
antiheroína contemporánea.
Desde
el principio, Fielding reconoció haberse inspirado en la novela de Jane Austen Orgullo y prejuicio —la propia Bridget
es una gran admiradora de la adaptación televisiva de la BBC, protagonizada por
mismísimo Colin Firth— y el paralelismo entre las historias es más que patente,
salvando las distancias y exponiendo, así, la teoría de que las preocupaciones sociales
—y personales— de las mujeres siguen siendo similares a lo que eran hace más de
dos siglos.
Probablemente,
la influencia que posee la obra de Austen sobre el inconsciente colectivo en el
panorama cultural de hoy en día sea más de la que en un principio pudiera
parecer. Sí, la serie de la BBC, como en muchas otras ocasiones, fue esencial
en la tarea de dar a conocer la novela. Pero, además de ésta, han sido numerosas
las historias que se han basado en el original de Jane Austen, empezando por
una adaptación de sir Lawrence Olivier en 1940 y siguiendo con la actual serie
de televisión Lost in Austen, la
película bollywoodiense Bodas y
prejuicios, la muy libre interpretación de Nora Eprhon en Tienes un email con Tom Hanks y Meg
Ryan, la película homónima de 2005 con Keira Knightley y Matthew MacFadyen, la
disparatada novela Orgullo y prejuicio y
zombies de Seth Grahame-Smith y así podría alargarse la lista durante un
buen rato.
¿Pero por
qué terminar con el ideal de hombre serio, exigente pero honrado y cariñoso que
se representa en la figura de Darcy?
Sólo
podemos elucubrar sobre las posibles respuestas, ya que, por el momento, ni
Helen Fielding ni nadie del equipo editorial se ha pronunciado al respecto. Sin
embargo, el público más escéptico puede ver en esto una muestra más del aniquilamiento
y desvirtuación de obras y personajes míticos para el acervo popular en
beneficio de la más implacable de las razones que existen en la actualidad: el
dinero. Es decir, la idea sería que si El
diario de Bridget Jones fue un zumo que gustó, ¿por qué no añadirle algo de
agua y volver a exprimir la fruta? Así, llegó Sobreviviré. Y ahora, que ya no queda fruta, se nos ofrece agua con un regusto amargo en el vaso. ¿Factible? No sería de extrañar, porque han sido
incontables ya las veces que hemos sido testigos de casos similares.
O puede
que no… puede que esta sea una oportunidad para la relación entre Bridget y
Daniel, puede que sea un ejemplo de cómo una mujer no deja de reinventarse día
a día y en cualquier circunstancia, puede que incluso llegue a encantar a los
disidentes cuando la lean. El caso es que tocará leerla, pero para eso todavía
habrá que esperar un poquito, puesto que se prevé su publicación en inglés para
mediados de este mes de octubre.
Por
otro lado, conocer si, como en anteriores ocasiones, se realizará una
adaptación cinematográfica es algo sin fecha y que, con toda probabilidad,
suscitará muchos comentarios, igual que saber cuál sería la respuesta de Renée
Zellweger para volver a dar vida a Bridget o quién le prestaría cara y piel a
ese jovencito que la enamorará sobre el papel. Pero de lo que no cabe duda,
llegado el caso, es cuál sería uno de los temas centrales de la banda sonora
original, caracterizada ya en las otras películas por su gran calidad.
“I’m so
ashamed of it, but must admit the sleepless nights
I’ve had about the boy…”,
seguid leyendo.
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