31 octubre 2013

El maravilloso mundo de las brochas I

¡Hola, bellezones! ¿Cómo llevamos la semana? Espero que muy bien.

Hoy acabamos mes y lo hacemos con una nueva entrega de Maquillaje para Dummies muy especial, ya que vamos a empezar a conocer los diferentes tipos de brochas y pinceles que se utilizan en el maquillaje.

Como ya he ido avanzando en anteriores capítulos, se trata de una herramienta  ESENCIAL a la hora de maquillarse. Con ellos (y una cierta práctica también) se obtienen resultados realmente espectaculares. Verdad verdadera.

Usar brochas y pinceles no es un mero capricho o un “postureo” para aparentar que se es más guay. Si os fijáis, no hay profesional del maquillaje que se precie que no trabaje con un kit de brochas y pinceles.

Debo confesar que —¡oh, sacrilegio!—  antes de iniciarme en serio en el mundo del maquillaje, yo no utilizaba brochas. Pensaba: ¿Pa’ qué?
Como mucho, utilizaba los aplicadores de espumita (caca de vaca) que vienen ya incluidos en las paletas de sombras y una pequeña brocha para aplicarme el colorete.

Luego veía a los maquilladores profesionales con todas esas brochas y alucinaba. ¿Cómo se aclaran con tanto pincel diferente? ¿No les lleva demasiado tiempo, con lo fácil y rápido que es ponerse el maquillaje con los dedos?, pensaba yo.

Con el tiempo, al empezar a interesarme de verdad por el maquillaje, tuve una revelación. Me di cuenta de que en todos los tutoriales de makeup que consultaba en Internet, sin excepción, las chicas utilizaban brochas y pinceles. Así fui descubriendo su importancia, y supe que, si quería aprender a maquillarme bien, debía hacerme poco a poco con mi propio kit.

Esto es algo que se va haciendo de manera progresiva; no es necesario comprárselas todas de golpe, aunque al principio tengáis ese impulso (¡no lo hagáis!). Y, por supuesto, tampoco hace falta gastarse un dineral.

¿Por qué es recomendable el uso de brochas y pinceles a la hora de maquillarnos? Por dos razones principales:
                                                                                             
1) La aplicación con ellos es precisa y, además, se puede difuminar el producto correctamente hasta conseguir un resultado óptimo.

2) Se gasta mucho menos producto si aplicamos, por ejemplo, la base fluida con una brocha que si lo hacemos con las manos (o incluso con esponjitas). De esta forma, ahorramos. Además, es más higiénico.

Dicho lo cual, si os estáis iniciando en esto del maquillaje, queréis empezar a haceros vuestro propio kit y no tenéis ni idea de por dónde empezar... Estáis de suerte: hoy voy a explicar qué brochas son esenciales y prácticamente imprescindibles para maquillar el rostro. La semana que viene, veremos los pinceles para ojos y labios.

¿Preparadas? ¡Allá vamos!

BROCHAS PARA BASE DE MAQUILLAJE (fluida o en mousse)

Existen varias brochas para aplicar este producto y según se use una u otra, se obtienen unos resultados distintos.

Las más utilizadas son estas tres:

1. Brocha plana (lengua de gato). Pelo sintético.

F60 de Sigma, 105 de KIKO y 47 de Sephora

Este tipo de brocha, que recuerda mucho al típico pincel de pintor, es la más usada para la base de maquillaje. Es también la primera que aprendí a utilizar para aplicarme este producto y la verdad es que es perfecta para empezar. Antes la utilizaba mucho, pero poco a poco la he ido aparcando en beneficio de otras.

*Lo bueno que tiene esta brocha es la facilidad y rapidez con que se aplica la base y la alta cobertura que se consigue con ella.

*Lo malo es que carga tanto producto que acabas más embadurnada que maquillada (al menos ésa es la sensación que yo tenía). Además, hace rayas, lo cual queda bastante antiestético. Por eso, hay que recurrir después a otro tipo de brocha más tupida para difuminar y borrar esas rayas. Y esto supone doble trabajo y más tiempo.

Esta brocha se aplica tal cual, como una brocha de pintor, extendiendo el producto desde la parte interna del rostro (nariz) hacia el exterior (pómulos, frente, barbilla).

2. Kabuki de corte plano. Pelo sintético.


F80 de Sigma

(Inciso: en la nomenclatura de Sigma, la F significa Face y corresponde a las brochas que son para el rostro. Los pinceles con una E, de Eyes, son como podéis deducir, para ojos).

El nombre de esta brocha proviene del famoso teatro Kabuki japonés, en el que son bastante utilizadas. Las kabuki son brochas de pelo tupido y, generalmente, con un mango muy corto (aunque no sea el caso de ésta). 

Pueden ser de corte redondo o plano, de pelo sintético o natural. Y pueden servir tanto para aplicar la base fluida como los polvos.

En este caso es de pelo sintético y corte recto o plano. Como podéis ver, es una especie de cilindro con las fibras muy pegaditas entre sí.

Esta brocha me encanta porque es muy fácil de utilizar y aplica el producto en su justa medida. Sin pasarse, pero ofreciendo una buena cobertura. Y además, en cuanto le coges el tranquillo, te maquillas en un santiamén. Yo la utilizo muchísimo.

A diferencia de la anterior, ésta no hace rayas, sino que difumina bastante bien y no hace falta recurrir a otra brocha para tal fin. Se aplica haciendo movimientos circulares por todo el rostro. Deja un resultado natural.


3. Dúo-fibra o “mofeta”. Combinación de pelo natural y sintético.

F50 de Sigma, 106 de KIKO y 187 de MAC

Sin duda, es una de las brochas más conocidas en el mundillo del maquillaje.
Su nombre dúo-fibra (o doble-fibra) se debe, efectivamente, a que combina fibras naturales y sintéticas, aunque popularmente se la conoce como “mofeta”, ya que nos recuerda ligeramente a la cola de este maloliente animalillo.



Bien, ésta es la que tiene las fibras más separadas entre sí, y son más largas que las de la kabuki. Por tanto, es con la que se obtiene un resultado más difuminado. La que menos embadurna, vamos.

Esta brocha es la que más me costó pillarle el truco, pero ahora es sin duda mi favorita. La adoro. Es AMOR total. :D

La ves así, con sus pelitos tan separados entre sí, y crees que te va a costar un montón aplicar la base de manera precisa y que se te va a quedar a ronchones, pero nada más lejos de la realidad. Es con la que mejores resultados obtengo y, además, con la que más rápido acabo. 

Sí, cuesta un poco dominarla. Pero una vez lo consigues, ya no quieres volver a las otras.

PINCEL PARA CORRECTOR


F70 de Sigma y 208 de KIKO

Bien, este pincel se considera tanto para rostro como para ojos. Yo lo he incluido en el capítulo de las brochas faciales porque su finalidad no es aplicar o difuminar sombras de ojos, sino corregir imperfecciones y disimular ojeras.

Este pincel es la versión en miniatura de la brocha de lengua de gato. Sus fibras son sintéticas y muy rígidas. No se doblan fácilmente.

Esto se debe a su función, que no es otra que la de aplicar el corrector en crema con la máxima precisión. Se aplica en toda la zona de la ojera hasta el lacrimal, y allá donde tengamos rojeces, granitos, manchas o todo aquello que queramos “borrar del mapa”.


BROCHA PARA POLVOS SUELTOS O COMPACTOS / BRONCEADOR


F30 de Sigma y Powder Brush de Real Techniques

Pueden ser de pelo sintético o natural; la verdad es que no he observado gran diferencia en el resultado de usar unas u otras. En este caso, ambas son de pelo sintético, pero eso no quiere decir que sean ásperas. Al revés. Son suaaaaaaves y aplicarlas es todo un placer. J

También las hay más pequeñas, pero yo, en este caso que es para aplicar los polvos por todo el rostro, digo como el refrán: “Caballo grande, ande o no ande”. Para gustos, colores.

Su aplicación es bien sencilla: haciendo movimientos circulares y dando ligeros toquecitos por todo el rostro.

BROCHAS PARA CONTORNO / COLORETE / ILUMINADOR


En este apartado ocurre como con la base fluida. Hay varias posibilidades, según el resultado deseado.
Las que yo uso son éstas:

-Brochas en corte redondo/lágrima, como el Brush Blush de Real Techniques o en corte biselado, como la F40 de Sigma:




Las de corte redondo son perfectas para iluminar o aplicar el colorete en general. Las de corte biselado son las mejores a la hora de contornear el rostro y marcar el hueso del pómulo (¿os acordáis de Mario Vaquerizo?).

Ambas son de pelo sintético, pero os digo lo mismo que con las de polvos: son la suavidad hecha brocha.

-Brochas tipo Yachiyo o Hakukodo.


 ¿Las conocíais? ¿A que son monas? :D

Estas brochas tan curiosas son originarias de Japón, concretamente del teatro tradicional japonés. Su particularidad reside en que están fabricadas con pelo de cabra y el mango está hecho de una planta trepadora llamada wisteria.
La negra se llama Yachiyo y la blanca, Hakukodo.

Se utilizan principalmente para aplicar el colorete o el iluminador. Su pelo es muy suave y su característico corte en forma de lágrima hace que apliquen el colorete o el iluminador ya perfectamente difuminados, como un halo de rubor o de luz. Es algo increíble.

Si no os dais mucha maña a la hora de difuminar el colorete (y siempre se os quedan mofletes a lo Heidi), os animo a que probéis una de estas dos brochas tipo Yachiyo o Hakukodo.

Y digo “tipo” porque las auténticas (como la Yachiyo de NARS) valen más de 50 euros. Y para empezar, va a ser que no hace falta gastarse ese pastón.
Vamos, ni para empezar ni para terminar, ya os lo digo yo.

*En la web de la tienda Las Melusinas podéis encontrar unas brochas que nada tienen que envidiar a las auténticas de NARS o Hakukodo. Son igualmente artesanales, importadas de Japón y fabricadas con pelo de cabra y wisteria, pero cuestan mucho menos de la mitad. (Conste que no me llevo ninguna comisión por esto ;) ).

Estas dos brochas no son imprescindibles, pero sí recomendaría tener al menos una de las dos. Yo, desde luego, si tengo que elegir, me quedo con la Hakukodo, la blanca. Es tan cuca...

Y ya que hablamos de marcas de brochas, y de dónde comprarlas, os recomendaría por precio las de Deliplus; muy baratas y, para empezar, están bastante bien.

Ya de mejor calidad pero un poco más caras tenemos las de Kiko, Sephora, Sigma y Real Techniques (éstas últimas son estupendas, profesionales y bien baratas, sobre todo si las compráis en la web Maquillalia).

Sigma, sin embargo, se ha subido a la parra con los precios (a lo que hay que añadir los gastos de envío, pues sólo se pueden comprar on line). Y al final, no dejan de ser unas brochas made in China, a pesar de ser una marca americana. Yo tengo un kit completo (el Mrs Bunny) y dos sueltas, pero no creo que compre más de esta firma.

Y ya, si podéis permitíroslo y queréis hacer una buena inversión, os recomendaría las de MAC. Son absolutamente maravillosas, pero muy muy pero que muy caras. De hecho, yo, las tres que tengo (la 187 y dos pinceles de ojos), los compré aprovechando un buen descuento en el stand de El Corte Inglés.

Por cierto, si soy usuarias habituales de eBay, tal vez tengáis la tentación de comprar brochas de MAC a través de esta web. Si buscáis un poco, seguro que encontráis kits completos de “MAC” por 49 euros. Un chollo, ¿no?
Mi consejo es claro: NO LAS COMPRÉIS.

Pensad que 49 euros es lo que vale sólo la mofeta grande. Así que imaginad lo que puede llegar a costar un kit competo.

¿Qué os quiero decir con esto? Pues que, obviamente, no son auténticas sino fakes  o réplicas hechas en China. No es que sean pésimas; yo he comprado alguna vez brochas chinas en eBay y tienen un pase, pero desde luego siendo plenamente consciente de ello. Que no os den gato por liebre. No son brochas MAC, son una mera imitación. Y la calidad, desde luego, es bastante inferior
Si queréis un producto MAC 100% auténtico, tenéis que ir a las tiendas PRO de la marca, a los stands de El Corte Inglés o a la propia web.

Pero ya digo que no hace falta empezar por MAC. Como ya habéis visto, existen  alternativas low-cost de gran calidad. 

Y nada más. Lo dejamos aquí y nos volvemos a ver el próximo jueves. Pasad un feliz Halloween y puente de Todos los Santos.

Ah, por cierto... Aquí os dejo algunas propuestas de makeup para Halloween... ¿Os atrevéis?







¡¡¡¡Muahahahaahaaaaaaa!!!!

@Mireiuski

mhm.devicio@gmail.com

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