10 octubre 2013

Para empezar

¡Hola a todo el mundo! ¿Qué tal?

Antes que nada, me gustaría presentarme. Me llamo Mireia, soy periodista, y a partir de hoy, me asomaré cada semana a esta ventana, colaborando con una nueva sección: Maquillaje para Dummies.

Fuente: Style2Designer.com
                                                 
Quisiera aclarar que no soy maquilladora profesional ni estilista; tampoco me considero una experta, ni gurú de nada, pero sí una apasionada del maquillaje. Es por ello que me gustaría aprovechar este espacio para compartir con todas vosotras algunos secretos de belleza, trucos, consejos, recomendaciones, reseñas de productos, etc.

Dicho esto, si os parece, vamos a ir entrando en materia...

Como ésta es mi primera aportación a la sección, me gustaría empezar comentando algunas consideraciones generales sobre maquillaje (al menos, bajo mi humilde punto de vista), así como unas normas básicas que toda aficionada al maquillaje debería seguir al pie de la letra (según mi criterio).
Vamos a verlas:

1. No salir de casa sin crema hidratante y protección solar. Por mucha pereza o prisa que tengamos, por favor, saquemos dos minutos para aplicarnos cada día una hidratante, (no esperéis a notaros la piel reseca y tirante), y a ser posible con SPF mínimo de 15. No olvidéis que el sol está ahí. SIEMPRE. En invierno y en días nublados, también. No sólo hay que protegerse la piel en verano y en la playa.

Además, para las más perezosas o las más ocupadas, se comercializan productos que cumplen varias funciones: BB creams, CC creams, hidratantes con color... Hay de todos los tipos y en todas las marcas. Es cuestión de probar y encontrar la que mejor nos va. No tiene por qué ser la más cara. Las BB creams, por ejemplo, son fantásticas, porque dan color, disimulan imperfecciones, protegen de los rayos UVA, hidratan, blanquean la piel... (Para mí, las mejores son las de la marca coreana Missha. Se venden en eBay y son muy baratas. Pero por supuesto, esto es algo muy personal).

2. Igualmente, por muy cansadas que estéis, por mucha pereza que os dé: nunca, jamás, os vayáis a la cama sin desmaquillar. Esto es especialmente importante. Si os vais a dormir sin quitaros el maquillaje, (además de poner la almohada hecha un asco) impedís a la piel que respire; los poros se obstruyen y podéis tener serios problemas a la larga. Especialmente, si vuestra piel es mixta o grasa y con tendencia al acné.

No cuesta nada. Bueno, va... son apenas 5 minutos. Sé que todo el ritual de leche o gel limpiador, desmaquillante de ojos y labios, tónico etc., puede resultar un poco tostón. Vale.
Aceptamos toallitas desmaquillantes. No quitan las impurezas tan en profundidad como los productos líquidos, pero mejor eso que nada. Algunas, son incluso exfoliantes y ayudan a retirar las células muertas

Yo utilizo las dos cosas. Para cuando estoy muy cansada o llego muy tarde a casa y no tengo ganas de empezar el ritual, me desmaquillo con toallitas. Las hay de todas las marcas y de todos los precios. Es importante encontrar las adecuadas para cada tipo de piel.

Cuando dispongo de más tiempo, utilizo un agua micelar para desmaquillar el rostro y un desmaquillante bifásico para los ojos. Ambos de Sephora (buenos y muy bien de precio). Para aplicarlos, discos de algodón de los de toda la vida.

3. En maquillaje, menos es más. Salvo que vayáis de Carnaval, claro. Pero estamos hablando del maquillaje de diario. Sobre todo, si es durante la jornada laboral. Mejor maquillajes tenues, en tonos rosados, grises claros, topos, marrones... La noche, ya nos permite más excesos. Ahumados bien marcados, eyeliner, mucha máscara de pestañas, colores más intensos, incluso flúor... Aun así, sigo pensando que lo mejor es no pasarse. Un maquillaje excesivo no suele producir un efecto favorable.

Un buen consejo es compensar: si decidís destacar los ojos, los labios deberán quedar en un segundo plano. Y viceversa. Marcar ambas partes del rostro es cargar demasiado las tintas.

4. El tono de la base de maquillaje debe ser lo más similar posible al de nuestra piel. Esto que parece tan de cajón, en realidad, no es tan sencillo. De hecho, es uno de los errores más comunes. Muchas chicas se compran un tono de base bastante más oscuro que su tez, con la esperanza de parecer más morenas. MEEEEC. Error. Una base demasiado oscura, anaranjada, queda artificial, basta y echa años encima. Y una base demasiado clara, nos hará parecer mortecinas.

Así pues, debe ser un tono que, bien difuminado, se funda con el de nuestra tez. No hay que obsesionarse con el color que vemos en el envase. Tampoco es muy fiable probarlo en el dorso de la mano. Lo mejor es probarlo en el propio rostro.

Si tenemos dudas, lo mejor es pedir una muestra y probarla en casa tranquilamente. Y muy importante: no fiarse de la luz del cuarto de baño. Lo mejor es acercarse a una ventana y, con un espejo, ver cómo nos queda.

5. A maquillarse bien, se aprende. Desterrad pensamientos del tipo: “es que soy un desastre y nunca aprenderé a maquillarme bien”. Ante todo, positividad.
Nadie nace sabiendo. Todo se aprende en esta vida. Todo. El maquillaje, también. No es difícil, en serio. Si yo, con lo patosa que soy, consigo hacerme cosas bastante dignas... ¿por qué no va a poder cualquiera?

No estoy hablando ya de un maquillaje profesional y sofisticado (maquillaje para publicidad, pasarela, caracterización, etc), sino un maquillaje sencillo con el que lograr sacarnos más partido. Trucos al alcance de cualquiera.

6. No hace falta probar tooodos los potingues que sacan las marcas. Sí, ya sé que son muy chulos, qué me vais a decir. Pero no pasa nada si no tenemos la última máscara de pestañas ultra volumen de la marca X. Seguro que la que tenéis en casa os hace el mismo papel. Os lo puedo asegurar, que creo haber probado en toda mi vida más de 50 máscaras. Al final, las diferencias entre unas y otras son mínimas (y todas acaban resecándose con el tiempo, las de 8 y las de 35 euros).

7. Ahora, ¿qué necesito para empezar a maquillarme?
Lo más básico:
Un base fluida (o en crema/mousse), un antiojeras o iluminador, un colorete (mejor en polvo), sombras de ojos individuales o en paleta (con una de cuatro tonos que sean de una misma gama, suficiente), un lápiz negro y otro marrón, una máscara de pestañas, una barra de labios de un tono rosado o nude y un brillo de labios. Y utensilios: pinceles para sombras, una brocha de colorete y una para aplicar la base. De momento, con eso ya hay de sobra.

Si queréis ampliar el kit, podéis añadir unos polvos sueltos, prebase de sombra de ojos y un lápiz de cejas (para rellenar las calvitas y dibujar la forma de la ceja)

Aquí tenéis un ejemplo de un kit de maquillaje (el mío):




  1. Base FACEFINITY de Max Factor. Tono 45 Warm Almond
  2. Corrector-iluminador LUMI MAGIQUE de L’Oréal Paris. Tono 1 Light.
  3. Polvos sueltos de NARS. Tono Flesh
  4. Colorete Pro Longwear de MAC. Tono Stay Pretty
  5. Prebase de sombras de NYX.
  6.  Paleta de 4 sombras Colour Fever de KIKO Cosmetics. Tono 09 Mystic Grey
  7. Sombra mono de MAC. Tono Carbon. (una sombra negra mate también es un básico imprescindible)
  8. Lápices de ojos de MAC. Tonos Smolder (negro) y Prunella (marrón cobrizo).
  9. Máscara de pestañas voluminizante Beauty Full Time de Bourjouis
  10. Lápiz de cejas Stylist de CATRICE. Tono 020 Date With Ash-ton.
  11.  Barra de labios nude de MAC. Tono Patisserie
  12. Brillo de labios de Bourjois. Tono 46 Rose lyric
  13. Brochas F30 y F50 de Sygma, lengua de gato de Sephora y brocha de colorete y pinceles de Fraulein 3º8.


El maquillaje es todo un mundo. Un arte. Puede ser muy divertido y también gratificante, ya que nos ayuda a vernos y sentirnos más guapas. ¿Suena frívolo? Bueno, quizá un poco, pero a nadie le amarga un dulce. 

¡Pues nos vemos la semana que viene!

@mireiuski
mhm.devicio@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Eres libre, ¿no? ¡Pues, opina!