¡Hola
a todo el mundo! ¿Qué tal?
Antes
que nada, me gustaría presentarme. Me llamo Mireia, soy periodista, y a partir
de hoy, me asomaré cada semana a esta ventana, colaborando con una nueva
sección: Maquillaje para Dummies.
Fuente: Style2Designer.com |
Quisiera
aclarar que no soy maquilladora profesional ni estilista; tampoco me considero
una experta, ni gurú de nada, pero sí una apasionada del maquillaje. Es por
ello que me gustaría aprovechar este espacio para compartir con todas vosotras
algunos secretos de belleza, trucos, consejos, recomendaciones, reseñas de
productos, etc.
Dicho esto, si os parece,
vamos a ir entrando en materia...
Como
ésta es mi primera aportación a la sección, me gustaría empezar comentando
algunas consideraciones generales sobre maquillaje (al menos, bajo mi humilde
punto de vista), así como unas normas básicas que toda aficionada al maquillaje
debería seguir al pie de la letra (según mi criterio).
Vamos
a verlas:
1. No salir de casa sin crema hidratante y protección solar. Por mucha pereza o prisa que tengamos, por favor,
saquemos dos minutos para aplicarnos cada día una hidratante, (no esperéis a
notaros la piel reseca y tirante), y a ser posible con SPF mínimo de 15. No
olvidéis que el sol está ahí. SIEMPRE. En invierno y en días nublados, también.
No sólo hay que protegerse la piel en verano y en la playa.
Además,
para las más perezosas o las más ocupadas, se comercializan productos que
cumplen varias funciones: BB creams, CC creams, hidratantes con color... Hay de
todos los tipos y en todas las marcas. Es cuestión de probar y encontrar la que
mejor nos va. No tiene por qué ser la más cara. Las BB creams, por ejemplo, son
fantásticas, porque dan color, disimulan imperfecciones, protegen de los rayos
UVA, hidratan, blanquean la piel... (Para mí, las mejores son las de la marca coreana Missha. Se venden en
eBay y son muy baratas. Pero por supuesto, esto es algo muy personal).
2. Igualmente, por muy cansadas que estéis, por mucha
pereza que os dé: nunca, jamás, os vayáis a la cama sin desmaquillar.
Esto es especialmente importante. Si os vais a dormir sin quitaros el
maquillaje, (además de poner la almohada hecha un asco) impedís a la piel que
respire; los poros se obstruyen y podéis tener serios problemas a la larga.
Especialmente, si vuestra piel es mixta o grasa y con tendencia al acné.
No
cuesta nada. Bueno, va... son apenas 5 minutos. Sé que todo el ritual de leche
o gel limpiador, desmaquillante de ojos y labios, tónico etc., puede resultar
un poco tostón. Vale.
Aceptamos
toallitas desmaquillantes. No quitan las impurezas tan en profundidad como los
productos líquidos, pero mejor eso que nada. Algunas, son incluso exfoliantes y
ayudan a retirar las células muertas
Yo utilizo las dos cosas.
Para cuando estoy muy cansada o llego muy tarde a casa y no tengo ganas de
empezar el ritual, me desmaquillo con toallitas. Las hay de todas las marcas y
de todos los precios. Es importante encontrar las adecuadas para cada tipo de
piel.
Cuando
dispongo de más tiempo, utilizo un agua micelar para desmaquillar el
rostro y un desmaquillante bifásico para los ojos. Ambos de Sephora
(buenos y muy bien de precio). Para aplicarlos, discos de algodón de los de
toda la vida.
3. En maquillaje, menos es más. Salvo que
vayáis de Carnaval, claro. Pero estamos hablando del maquillaje de diario.
Sobre todo, si es durante la jornada laboral. Mejor maquillajes tenues, en
tonos rosados, grises claros, topos, marrones... La noche, ya nos permite más excesos.
Ahumados bien marcados, eyeliner, mucha máscara de pestañas, colores más
intensos, incluso flúor... Aun así, sigo
pensando que lo mejor es no pasarse. Un maquillaje excesivo no suele producir
un efecto favorable.
Un buen consejo es
compensar: si decidís destacar los ojos, los labios deberán quedar en un
segundo plano. Y viceversa. Marcar ambas partes del rostro es cargar demasiado
las tintas.
4. El tono de la base de maquillaje debe ser lo
más similar posible al de nuestra piel. Esto que parece tan de cajón,
en realidad, no es tan sencillo. De hecho, es uno de los errores más comunes.
Muchas chicas se compran un tono de base bastante más oscuro que su tez, con la
esperanza de parecer más morenas. MEEEEC. Error. Una base demasiado oscura,
anaranjada, queda artificial, basta y echa años encima. Y una base demasiado
clara, nos hará parecer mortecinas.
Así
pues, debe ser un tono que, bien difuminado, se funda con el de nuestra tez. No
hay que obsesionarse con el color que vemos en el envase. Tampoco es muy fiable
probarlo en el dorso de la mano. Lo mejor es probarlo en el propio rostro.
Si tenemos dudas, lo mejor
es pedir una muestra y probarla en casa tranquilamente. Y muy importante: no
fiarse de la luz del cuarto de baño. Lo mejor es acercarse a una ventana y, con
un espejo, ver cómo nos queda.
5. A maquillarse bien, se aprende. Desterrad
pensamientos del tipo: “es que soy un desastre y nunca aprenderé a maquillarme
bien”. Ante todo, positividad.
Nadie
nace sabiendo. Todo se aprende en esta vida. Todo. El maquillaje, también. No
es difícil, en serio. Si yo, con lo patosa que soy, consigo hacerme cosas
bastante dignas... ¿por qué no va a poder cualquiera?
No
estoy hablando ya de un maquillaje profesional y sofisticado (maquillaje para
publicidad, pasarela, caracterización, etc), sino un maquillaje sencillo con el
que lograr sacarnos más partido. Trucos al alcance de cualquiera.
6. No hace falta probar tooodos los potingues
que sacan las marcas. Sí, ya sé que son muy chulos, qué me vais a decir. Pero
no pasa nada si no tenemos la última máscara de pestañas ultra volumen de la
marca X. Seguro que la que tenéis en casa os hace el mismo papel. Os lo puedo
asegurar, que creo haber probado en toda mi vida más de 50 máscaras. Al final,
las diferencias entre unas y otras son mínimas (y todas acaban resecándose con
el tiempo, las de 8 y las de 35 euros).
7. Ahora, ¿qué necesito para empezar a
maquillarme?
Lo más básico:
Un base fluida (o en
crema/mousse), un antiojeras o iluminador, un colorete (mejor en polvo),
sombras de ojos individuales o en paleta (con una de cuatro tonos que sean de
una misma gama, suficiente), un lápiz negro y otro marrón, una máscara de
pestañas, una barra de labios de un tono rosado o nude y un brillo de labios. Y
utensilios: pinceles para sombras, una brocha de colorete y una para aplicar la
base. De momento, con eso ya hay de sobra.
Si
queréis ampliar el kit, podéis añadir unos polvos sueltos, prebase de sombra de
ojos y un lápiz de cejas (para rellenar las calvitas y dibujar la forma de la
ceja)
Aquí
tenéis un ejemplo de un kit de maquillaje (el mío):
- Base FACEFINITY de Max Factor. Tono 45 Warm
Almond
- Corrector-iluminador LUMI MAGIQUE de L’Oréal Paris. Tono 1
Light.
- Polvos sueltos de NARS. Tono Flesh
- Colorete Pro Longwear de MAC. Tono Stay Pretty
- Prebase de sombras de NYX.
- Paleta de
4 sombras Colour Fever de KIKO Cosmetics. Tono 09 Mystic Grey
- Sombra mono de MAC. Tono Carbon. (una sombra
negra mate también es un básico imprescindible)
- Lápices de ojos de MAC. Tonos Smolder (negro) y
Prunella (marrón cobrizo).
- Máscara de pestañas voluminizante Beauty Full
Time de Bourjouis
- Lápiz de cejas Stylist de
CATRICE. Tono 020 Date With
Ash-ton.
- Barra de labios nude de MAC.
Tono Patisserie
- Brillo de labios de Bourjois. Tono 46 Rose lyric
- Brochas F30 y F50 de Sygma, lengua de gato de Sephora y brocha de colorete y pinceles de Fraulein 3º8.
El
maquillaje es todo un mundo. Un arte. Puede ser muy divertido y también
gratificante, ya que nos ayuda a vernos y sentirnos más guapas. ¿Suena frívolo?
Bueno, quizá un poco, pero a nadie le amarga un dulce.
¡Pues
nos vemos la semana que viene!
@mireiuski
mhm.devicio@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Eres libre, ¿no? ¡Pues, opina!