03 octubre 2013

Trucos para adelgazar

Continuando con el tema que tratamos en el número anterior, hoy os traemos varios trucos para contribuir al cumplimiento de la dieta y “mantener la línea en general. confiamos en que os sean de utilidad.

A LA HORA DE HACER LA COMPRA:

·         Ve a comprar alimentos sin tener hambre. Es complicado elegir bien y no ceder ante “tentaciones”. Si acudimos con el estómago vacío a hacer la compra, acabaremos con el carro lleno de cosas que no necesitamos e hipercalóricas.

·         Lleva una lista hecha que hayas pensado previamente y ajústate a ella. Tómate tu tiempo para comparar productos, leer bien las etiquetas (esto es importante y muchas veces no lo hacemos por falta de tiempo) y elegir.

·         Ve con frecuencia al supermercado, así no te llamarán tanto la atención las novedades o los diseños atractivos.



·         No da igual por qué sección empezar. Comienza por los alimentos necesarios, primero las verduras y las frutas, después las legumbres y luego la carne y el pescado. Cuando ya tengas todo esto, el carro estará medio lleno y, a causa del peso o por falta de espacio, renunciarás a caprichos que no te hacen falta.

·         Da prioridad a los alimentos frescos. Evita, en lo posible, los precocinados y congelados.



EN LA COCINA:

·         Retira toda la grasa visible de las carnes y la piel a las aves antes de cocinarlas. El pavo y el pollo tienen menos calorías que otras carnes. El pescado blanco tiene los mismos nutrientes que la carne y muchas menos calorías.

·         Las claras de los huevos tienen menos calorías que las yemas, puedes preparar la tortilla con dos claras y una sola yema.

·         Utiliza formas de cocinar sencillas que no requieran mucho aceite (asados, plancha, grill, horno, cocidos). La cocción al vapor con la olla a presión requiere menos agua y se preservan todas las propiedades de los alimentos. Dispón de sartenes y cazuelas antiadherentes, con ellas, puedes freír con muy poco aceite.

·         Envuelve carnes y pescados en papel de aluminio, así se cocinan en su propio jugo conservándose tiernos y sabrosos, sin necesidad de añadirle grasa.

·         Cuando hagas estofados, puedes prepararlos con antelación, dejarlos enfriar en la nevera, y después, retirar la capa superficial de grasa con una cuchara.

·         Si necesitas utilizar alguna salsa para añadir a una ensalada, una opción es el yogur natural rebajado con zumo de limón. Se bate bien y queda una crema suave y baja en calorías. También puedes probar con salsa de soja.

·         Para preparar salsas de leche o queso usa leche desnatada o queso de tipo parmesano, que contiene menos calorías y es más aromático. En la preparación de la salsa bechamel emplea aceite de oliva o margarina baja en calorías y leche desnatada.

·         En la confección de algunos platos que requieran salsa de mayonesa, selecciona las que son bajas en calorías.

·         Las hierbas aromáticas y las especias son buenos sustitutivos del aliño con aceite, haz la prueba y verás qué toque tan sabroso le dan a los platos.



EN LA MESA:

·         No abuses de la sal (no lleves el salero a la mesa) y consume azúcar con moderación, puedes alternarlo con edulcorantes artificiales.

·         Abandona la costumbre de presentar la comida en grandes fuentes para que cada comensal se aparte lo que quiera, es mejor servir los platos en la cocina.

·         Usa platos medianos o pequeños.

·         Deja pasar 5 – 10 minutos entre un plato y otro y antes del postre.

·         Come sólo en el lugar destinado para ello, la mesa, no en el sofá viendo la televisión o en la cama, por ejemplo.



·         No sustituyas una comida o un alimento importante por un aperitivo dulce o salado. No te saltes ninguna comida, incluida la que debería ser la más importante: el desayuno.

·         Lávate los dientes inmediatamente después de comer, eso te disuadirá de picotear luego.

·         No te obsesiones con el peso, una cita semanal con la báscula es más que suficiente. Y, por supuesto, no seas masoquista, no te peses justo ese día que te has pasado un poquito.

·         Ponte objetivos razonables, no te prohíbas radicalmente “porque engorda” ese alimento que tanto te gusta. Te sentirás culpable “si caes”, así que limita su ingesta y, cuando toque, disfrútalo.



Alimentarnos sacia el hambre, no “soluciona” el aburrimiento, la soledad, los nervios, las frustraciones, la tristeza, ni el miedo. Mejorar la relación que tenemos con la comida es el primer paso para lograr nuestro objetivo.


¡Hasta la semana que viene!
@raqv2401
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