¡Hola
a todo el mundo! Antes que nada, quiero desearos de corazón un feliz 2014,
lleno de amor, paz, salud, prosperidad y momentos maravillosos.
Ya
se fue el 2013, un año que, según he podido comprobar, y salvando alguna
excepción, no ha sido un año demasiado bueno para la mayoría de las personas
que conozco.
Para
mí tampoco lo ha sido. Ya tenía ganas de dejarlo atrás, la verdad.
Pero
bueno: ya está, ya pasó. Ahora, a por el 2014 que, no sé por qué, tengo la
corazonada de que va a ser un buen año. Esperemos que así sea.
“Año
Nuevo”, vida nueva, como se suele decir. Y cada comienzo de año viene con sus
consabidos “buenos propósitos”. Esos aspectos que queremos cambiar o mejorar de
nuestra forma de ser o estilo de vida; esos hábitos que queremos abandonar o,
por el contrario, adquirir.
Ya
sabéis: que si empezar la dieta (de verdad), que si estudiar tal o cual cosa,
que si hacer más deporte, que si dejar de fumar, que si leer más libros, que si
gastar menos, que si pensar de manera positiva... Lo típico. Luego, ya es cosa
de cada uno: los hay que consiguen cumplir todos o buena parte de sus
propósitos de año nuevo, y los hay que a mediados de enero ya los han
abandonado. Cuestión de voluntad.
El
caso es que, siguiendo esta tendencia, la gente que hacemos posible Devicio Magazine hemos decidido, para este primer número del año, hacer nuestra
particular lista de buenos propósitos. Eso sí: relacionados con la sección que
cada una llevamos.
¿Qué
os parece la idea? A mí me ha encantado.
¿Queréis
saber cuáles son mis beauty-propósitos para este 2014? ¿Sí? Pues allá
van:
1.
Cuidar mis
manos y pies. Tengo la piel de
natural bastante seca. Y con la llegada del frío, este problema se agrava mucho
más hasta el punto de que me salen rojeces y eczemas. La peor parte se la
llevan mis manos y pies, que ahora mismo dan pena, penita, pena: resecos,
agrietados, irritados... Un desastre.
Y es que, aunque uso crema de manos y pies, no soy
suficientemente constante. Y sólo la aplico cuando ya es demasiado tarde.
Se acabó: desde hoy, me propongo firmemente cuidar y
mimar mis manos y pies. Lavarlos con jabón suave, limar las durezas de los pies
con piedra pómez, hidratarlos bien, protegerlos del frío y evitar el contacto
con productos corrosivos. El objetivo: unas manos y pies suaves como los de un
bebé. ¿Lo lograré?
Fuente: Tienda AriStética.es |
2.
Atreverme
más a menudo con los labios rouge.
Ya está bien de tanto nude. ¡Démosle un poco de
color y pasión a la vida!
Es cierto que los tonos claritos son muy socorridos...
pero a la larga, pueden resultar algo aburridos y sosos. En cambio, unos labios
rojos siempre resultan seductores y dan personalidad. Es, sin duda, el tono más
sexy. Así pues: a partir de hoy, me propongo lucir, al menos una vez por
semana, unos labios rouge, con lo que ello implica: perfilarlos
perfectamente.
¡Quiero unos labios de diva de Hollywood!
Fuente: Fashion & Beauty Now |
3.
Perfeccionar
la técnica del eyeliner.
Bueno, ésta es, sin duda, una de las asignaturas
pendientes de casi toda Dummie aficionada al maquillaje. Llegar a
dominar la técnica del eyeliner sin cometer ni un solo fallo puede
resultar misión imposible. Pero al final, es como todo: práctica, práctica y
práctica. Y paciencia. Y bueno, también algo de destreza. Mi propósito es
mejorar mi técnica y aprender otras nuevas para conseguir diferentes looks
y estilos. Y sobre todo: ¡que ambas rayas me salgan simétricas!
Fuente: Ella Hoy |
4.
Arriesgar
con las sombras de ojos.
Es, básicamente, lo mismo de los labios, pero aplicado
a los ojos. En vez de acabar recurriendo siempre a los socorridos y discretos
colores topos, marrones, rosas, tierras, grises, etc., atreverme también con
sombras azules, verdes, moradas y rojizas. Creo firmemente que todos (o casi
todos) los tonos de sombra pueden favorecer a todo el mundo. El secreto es
saber aplicarlas y combinarlas bien. Por ello, mi propósito es sacar tiempo
para experimentar con colores más intensos y alegres, y hacer looks más
atrevidos. Sobre todo, cuando llegue el buen tiempo. ¡A por una mirada en
Technicolor!
Vale, reconozco que quizá esto sea algo... excesivo. Fuente: Maquillaje de ojos |
5.
Encontrar
mi base de maquillaje perfecta. Éste
propósito es como el de ir al gimnasio o dejar de fumar. Un clásico. Es tan
difícil encontrar la base perfecta para cada una de nosotras... Es más: creo
que, incluso aunque la hayamos encontrado, seguimos probando productos nuevos,
“por si acaso”. Y es que, las marcas no paran de tentarnos sacando nuevos
productos cada vez más avanzados y perfeccionados. ¡Así cuesta ser fiel a una
determinada base, por muy buen resultado que nos dé! Porque... ¿y si la nueva
que acaba de sacar la marca X es nuestra base perfecta? En fin, yo este año me
propongo dejar de probar bases y bases al tún-tún y quedarme con un máximo de
dos. ¿Lo conseguiré?
Qué locura de bases, ¿no? Fuente: Mil Caprichos |
6.
Al hilo del
punto anterior: no gastar en cosméticos innecesarios, sólo por capricho. A
ver: no es que me funda la VISA en maquillaje. De verdad. I promise.
Pero ya sabéis lo que pasa con los potinguitos: ¡son tremendamente adictivos!
Una perdición total. Con esas presentaciones taaaaan monas, esos colorines,
esas texturas y aromas... ¿Quién no iba con la idea de comprarse solamente un
lápiz de ojos o una barra de labios y ha acabado cargado con una paletita de
sombras, una máscara de pestañas, un colorete y dos lacas de uñas? (Y sin lápiz
de ojos ni pintalabios, por supuesto).
Pues
bien: a partir de hoy, eso se acabó. Voy a intentar no sucumbir a la tentación
de comprar cosméticos sin motivo, y adquirir sólo productos que necesite de
verdad.
(Sí,
Mireia: la paleta NAKED 3 se incluye en el apartado de cosméticos que NO
necesitas. Por mucho que te tiente).
Cuando pase por delante del stand de Sephora, voy a tener que taparme los ojos. Ains... Fuente: We Heart It |
7.
Probar
algún tratamiento para nutrir y dar brillo a mi cabello. Llevo un montón de tiempo queriendo probar un tratamiento
de estos. Como el tan famoso de keratina. Lo que pasa es que me daba perezón,
porque los buenos los hacen en peluquerías y centros de belleza, y no son
baratos, la verdad. Por eso, estaba esperando un buen momento para
planteármelo. El caso es que este año me caso... Qué mejor ocasión, ¿no? :D La
verdad es que no sé cuál me haré al final, si será de keratina u otra cosa. Yo
tengo el cabello lacio, así que no busco nada que me lo alise todavía más. Pero
sí me gustaría que se viera más nutrido, sedoso, suave y brillante, sobre todo,
en mi Gran Día. Ya os contaré. ;)
¡No lleva Photoshop ni nada! ¿Quién tiene el pelo así de perfecto? ¡Nadie! Fuente: Alisado Láser Keratina |
8.
Perfeccionar
mi técnica de pintado de uñas.
Vale: maquillarme no se me da del todo mal. Poco a
poco voy mejorando. Pero el tema del esmalte de uñas es otra historia. Soy
bastante manazas. Sobre todo, cuando me toca pintarme las uñas de la mano
izquierda (soy zurda, así que, cuando uso la derecha, que es mi mano “tonta”, podéis
imaginar el desastre).
Pero vamos, esto es como el eyeliner: cuestión
de practicar y practicar, no ponerse nerviosa y darle tiempo al esmalte para
que se seque bien (yo es que soy muy impaciente y he pagado cara mi impaciencia
varias veces).
Así que, desde hoy, voy a intentar mejorar mi técnica,
ser paciente con el secado del esmalte, y conseguir unas uñas “casi” perfectas.
Ahora que ya he conseguido que me crezcan fuertes y no se me rompan...
Ah, y otra cosa: atreverme con manicuras más sofisticadas:
bicolores, con puntitos, etc. (Otra cosa es cómo me salgan...) ;D
Bueno, esto me parece demasiado para mí... Fuente: We Heart It |
Bien,
pues estos son mis 8 beauty-propósitos para el 2014. ¿Qué os han
parecido? En diciembre, os cuento si los he podido cumplir.
Por
cierto, ¿cuáles son vuestros propósitos para el nuevo año? ¡Contadme!
Nos
vemos el jueves que viene. ¡Feliz semana! ;)
@mireiahornos
mhm.devicio@gmail.com
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