20 febrero 2014

Velvet

Ya os lo comentábamos el lunes en Facebook, esa noche estrenaban la serie de Bambú Producciones ambientada a finales de 1950 que emite Antena 3. Muchos la vimos, alcanzó un 24,6% de share, y al día siguiente fueron otros tantos los comentarios sobre el nivel o la calidad de ella. ¿Pero qué cuenta y cómo?

Ana Rivera (Paula Echevarría), una niña que acaba de quedarse huérfana, llega a la capital para vivir con su tío, don Emilio (José Sacristán), el jefe de dependientes de las galerías Velvet. Y curiosamente, quizás para quienes no hemos vivido esa época, algunos de los empleados viven en el local, como va a ser el caso del propio don Emilio y su sobrina o de doña Blanca (Aitana Sánchez-Gijón), jefa de las costureras, y su hija.

Ana y Alberto de niños

Alberto y Ana ya adolescentes

Es allí donde Ana conoce a Alberto Márquez (Miguel Ángel Silvestre), el hijo y futuro heredero de don Rafael (Tito Valverde) que es el dueño —además de presidente— de galerías Velvet. Ella puede que tenga siete años y él, no más de diez. Pero lo bonito, lo que marca la diferencia en esta historia que para muchos podría tacharse de manida, es la forma en que lo cuentan. El momento en que se conocen está bañado de una atmósfera de cuento, quizás, incluso quepa decir magia. Y es el punto oportuno de la narración para incluir ese recurso que volverá a aparecer, porque es una escena con dos niños y el mundo visto a través de sus ojos siempre tiene algo de mágico; el espectador suele aceptarlo así, sin cuestionarse nada más.

Tito Valverde es Rafael Márquez, dueño de Galerías Velvet

José Sacristán es don Emilio y Aitana Sánchez-Gijón
es doña Blanca
Las opiniones de los entendidos se empeñan en calificarla de culebrón de toda la vida. Y sí, es la visión fácil. Enhorabuena. Pero nosotros nos quedamos con qué puede aportar Velvet al panorama de la ficción, producida aquí o en el extranjero. Dicho lo cual, ¡bien!, por fin en España se empiezan a crear historias que sí sabemos y sí podemos contar. Y, ojocuidao, hoy por hoy, la novedad no es que se hable de los de arriba y los de abajo, tampoco es que se cuente cómo los protagonistas enamorados superan obstáculos, ni siquiera probablemente sean novedosos los secretos que vayan descubriéndose. Lo diferente es que el público actual asuma y acepte a priori una historia de amor inocente, no cargada de tensión sexual, deseo desenfrenado y pasiones atormentadas. Porque, a pesar de los impedimentos y las dificultades, la historia de Ana y Alberto es tierna.

Miguel Ángel Silvestre es Alberto Márquez y Paula Echevarría
es Ana Rivera, protagonistas de Velvet

A eso hay que añadirle la estupenda ambientación, cómo enriquecen visualmente los detalles como las bobinas de hilo, las máquinas de coser antiguas, la hebilla trasera del pantalón de Alberto —la vimos por casualidad…—, las ventanas batientes y los cristales esmerilados, el revestimiento de madera del ascensor, las balaustradas, los coches… Y eso nos lleva también a la recreación con sabor a sueño de la Gran Vía madrileña y el tratamiento de las escenas de los coches en movimiento tan de las películas de aquella época; efectos que consiguen meter más al espectador en la atmósfera de la narración.

La pequeña Ana descubre el taller de costura

Bobinas de hilo de las de antes y bocetos de diseños

¡La hebilla! ¿A que la veis?

En cuanto al reparto, como ya hizo Bambú Producciones en Gran Hotel, hay una mezcla entre actores consagrados del cine español y rostros relativamente nuevos. Esto suele resultar atractivo, pero tiene un problema: a ojos y oídos del espectador, la diferencia entre unos y otros es brutal. Sí, Miguel Ángel Silvestre, AKA el Duque, es agradable a la vista y atrae a un determinado grupo de audiencia, pero su dicción es posiblemente lo único que saca al público de la ambientación envolvente que crea todo lo demás. Y no es solo que su acento no sea el de un señorito rico de la capital en los años cincuenta, sino que, además, en ocasiones cuesta entender lo que dice. ¿Mejorará, según avancen los capítulos?

Natalia Millán es Gloria, la mujer de Rafael, y Miriam Giovanelli
es Patricia Márquez, su hija.

Manuela Velasco es Cristina Otegui, la chica de buena familia
con la que quieren casar a Alberto

Cecilia Freie y Marta Hazas son Rita y Clara, hermanas en la ficción.
Y Adrián Lastra es Pedro, el novio de Clara.

Cecilia Freire, Paula Echevarría y Manuela Vellés, costureras
y amigas

Y atención, porque Maxi Iglesias llegará
para revolucionarlo todo un poco
Son muchas las expectativas que hemos puesto en Velvet, esperamos que el buen nivel se mantenga e, incluso, los pequeños peros se vayan solventando hasta desaparecer. Porque, la verdad, apetece saber más sobre la bonita historia entre Alberto y Ana o qué sucederá en la batalla entre galerías Velvet y los almacenes Oxford, versiones de cuento de las ya desaparecidas Galerías Preciados y El Corte Inglés.

@rpm220981
rpm.devicio@gmail.com


*Todas las imágenes han sido extraídas de internet o directamente de algún fotograma de la serie.

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