15 enero 2015

Borgen

Borgen es una serie de esas que deberían emitir en TVE1 en prime time para que la viera todo el mundo —políticos y votantes— y, luego, en alguno de sus canales subalternos por si alguien se ha perdido el episodio de esa semana. Sin embargo, ha sido en Canal + Series donde estrenó el diciembre pasado con cuatro años de diferencia con respecto a su emisión en Dinamarca, que arrancó en septiembre de 2010 en la televisión pública danesa. Sí, televisión pública.

Ese desfase de la serie creada por Adam Price con la realidad en la que vivimos nosotros solo se aprecia en los móviles que utilizan, por lo demás, quedamos por detrás con unas diferencias enormes.

Borgen: el gobierno


Birgitte Nyborg es la líder de los Moderados, un partido político con el que suelen hacer coalición los Liberales (derecha) y los Laboristas (izquierda), las dos grandes fuerzas del país, para formar gobierno. Y así ha sido, de hecho, parece que va a ser, hasta que surge una noticia sobre presunto uso de dinero público en gastos personales privados y el pueblo, ¡ojo!, castiga a ese político negándole el voto, mientras que las fuerzas políticas destituyen de sus cargos a aquellos que han hecho saltar la noticia.

Es ahí donde Birgitte Nyborg y los Moderados dan buen uso, indirectamente, del refrán “a río revuelto, ganancia de pescadores”. Y así empieza un mandato en el que el espectador será testigo de las intrigas de poder, las negociaciones y coacciones de empresarios y políticos, la relación compleja entre estos y los medios de comunicación… Y si ese espectador es español o similar, lo más probable es que se quede ojiplático al ver cómo los ministros van a trabajar en bicicleta y la primera ministra continúa preparándoles el desayuno a sus hijos, su marido no pasa a dirigir una televisión ni un conglomerado de empresas, no cambian de casa. Además, verá que los ministros acuden a sus puestos de trabajo y allí desarrollan una labor real, no se van de vacaciones a islas paradisíacas con dinero del contribuyente en horario laboral, en fin, esas cosas, ya sabéis.

Ahora, vayamos con el reparto, aunque los actores daneses nos sean desconocidos en la mayoría de los casos, no está de más ponerles caras para saber a quiénes veremos. Además, al terminar la tercera y, por el momento, última temporada de Borgen (30 capítulos en total), nos costará olvidar sus rostros.

Sidse Babett Knudsen (1864, Después de la boda) da vida a la protagonista, Birgitte Nyborg, una mujer que ha pasado los cuarenta, madre y esposa, dedicada a la política desde hace años y comprometida con su partido, su pueblo y su conciencia.

Sidse Babett Knudsen hace un trabajo
estupendo, creíble en todo momento


Pilou Asbæk (Lucy, Secuestro, 1864) es su asesor de prensa, Kasper Juul, una figura controvertida. Kasper es muy bueno en su trabajo, pero esa eficacia la consigue bordeando límites entre lo que Birgitte aprueba y lo que se encuentra a mil años luz de la política del partido.

Pilou, que es un diminutivo, parece guapo...
en foto, en algunas fotos. Pero es un actor al
que hay que ver en movimiento. Por cierto,
su personaje, Kasper, tiene más trasfondo
de lo que parece


Birgitte Hjort Sørensen es Katrine Fonsmark, una joven periodista y presentadora estrella de las noticias en TV1, una cadena de televisión importante donde tendrán lugar muchos de los duelos de poder entre partidos, opinión pública y cargos políticos. Además, comparte un pasado con Kasper. En su día tuvieron una relación amorosa que Katrine interrumpió por los “secretos” del actual asesor de prensa de Birgitte Nyborg.

Katrine Fonsmark siempre cerca de situaciones polémicas


Lars Knutzon (Gertrud) interpreta a Bent Sejrø, amigo y compañero de Nyborg, casi una suerte de Sancho Panza, fiel a ella y siempre dispuesto a darle los consejos que su amiga le pida. Pero el precio del poder es caro.

Bent es más prudente en las decisiones, pero a ver cuánto
le dura el trabajo a Lars Knutzon en la serie


Y en casa, otro frente que se verá afectado por la presión del poder, a Birgitte la espera él, Philip Christiansen, su marido, al que interpreta Mikael Birkkjær (Sommer). La paciencia de Philip y su sentido práctico serán un gran apoyo para su mujer, pero… eso.

A Mikael Birkkjær le toca hacer de
hombre florero, aunque sea un
profesional reconocido. ¿Lo
aguantará como tantas mujeres
lo han hecho a lo largo de la
historia?



Por cierto, aunque lo descubriréis cuando la veáis, si es que no lo hacéis ya, porque verla… ¡tenéis que verla!, aclararos que Borgen no es un personaje, sino el sobrenombre que recibe el Palacio de Christiansborg, donde está el despacho del primer ministro de Dinamarca, la sede del Parlamento danés (Folketin) y el Tribunal Supremo del mismo país.

El Palacio de Christiansborg en Copenhague, también
conocido como Borgen

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