Gustave Flaubert (1821 – 1880) publicó esta
primera obra por entregas en La Revue de Paris en 1856 y luego, ya como libro,
en 1857.
Madame Bovary está considerada una novela
clave para el realismo y muchos la
engloban dentro de un romanticismo
tardío, aunque de éste solo conserva algunas características. Pero, sobre todo,
la novela de Flaubert es una dura crítica a la sociedad burguesa de la época.
Madame
Bovary, Emma, siente una insatisfacción existencial que la lleva a cometer todo
tipo de actos que la permitan huir de lo que ella considera una atmósfera
aburrida, tediosa y demasiado ordinaria para sus aspiraciones.
Y la
cita en esta ocasión no será la famosa frase atribuida, correctamente o no, a
Gustave Flaubert años después de la publicación de la obra, “Madame Bovary soy
yo”, sino esta otra que habla de desaparecer y huir, pero no con dolor, sino
con afecto.
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