27 marzo 2014

Divergente

Con el estreno de su adaptación cinematográfica en Estados Unidos, la trilogía de la joven Veronica Roth se ha encumbrado al número uno de la lista de ventas una vez más. Se refieren a ella como la nueva Los juegos del hambre de Suzanne Collins por las muchas similitudes que comparten, tanto por el público al que inicialmente van dirigidas como por la realidad distópica que presentan o los valores que, en el fondo, parecen resaltar.




Divergente es el título tanto de la trilogía, compuesta además por Insurgente y Leal, como del primer volumen. Y, de momento, será en este en el que nos centremos ahora.

Divergente narra la historia de Beatrice Prior, una chica de 16 años que vive en un Chicago distópico del futuro. Y en esa realidad que creada por Veronica Roth, el mundo se divide en varias facciones para poder mantener la paz: Abnegación, Verdad, Cordialidad, Erudición y Osadía. En cada una de ellas, las personas se dedican de forma ferviente a desarrollar y promover esa característica que los distingue. Para ellos es una suerte de religión, casi más que filosofía de vida.

Beatrice, Tris, pertenece a la facción de Abnegación, donde ha crecido junto a sus padres y su hermano Caleb. Sin embargo, como a cada joven que cumple los 16 años, le llega la “oportunidad” de elegir facción. Y, para ello, debe someterse unas pruebas donde le suministran una droga para simular una especie de sueño que determinará las características que reúne para estar en una facción o en otra. Pero los resultados de Beatrice la incluyen en tres: Abnegación, Osadía y Erudición. No es completamente apta para ninguna de ellas y eso significa que está fuera del sistema, es una anomalía, es una divergente. Y, para salvaguardar su vida, ha de mantenerlo en secreto.

A pesar de eso, cuando llega el día de la Ceremonia de la Elección, Beatrice decide abandonar Abnegación y adentrarse en Osadía, donde comenzará una fase de entrenamiento para ingresar como miembro de la facción. Una facción a la que no pertenece totalmente… y eso traerá consecuencias.



El personaje de Beatrice Prior, al menos en esta primera entrega, es el protagonista de peso en la historia y entrar en descripciones sobre ella, después de haber dicho a qué tres facciones podría pertenecer, sería quizás redundante. Pero si le queréis poner cara, en la adaptación al cine le da vida Shailene Woodley, la misma que interpreta a Hazel Grace en Bajo la misma estrella.

A Tris la acompañarán otros personajes, tanto los que deje en Abnegación como los que se encuentre en Osadía, e igualmente estas características a priori serán obvias y marcarán el comportamiento homogéneo de cada uno. Pero habrá sorpresas que, de momento, le pertenecen al lector. Solo señalar algunos nombres, sobre todo porque con la información de la película, que se estrenará el 30 de abril en España, es absurdo no hacerlo.

Tobias Eaton, más conocido como Cuatro, será el instructor del grupo en el que está Tris y si decimos que lo interpreta Theo James, cada uno que saque sus propias conclusiones “adelantadas” sobre el rol que ejercerá en la historia. Más cuando Ansel Elgort —Augustus Waters en Bajo la misma estrella— será Caleb, el hermano de Tris, a quien ella cree muy integrado en Abnegación sin sospechar nada en absoluto.

Christina y Peter serán compañeros de Tris en su grupo de iniciados, además de ser figuras importantes en el desarrollo de la novela. Como también lo son Andrew y Natalie Prior, los padres de Beatrice y Caleb, miembros de Abnegación porque lo eligieron y ahora él es uno de los líderes.

Shailene Woodley es Beatrice Prior

Theo James es Tobias Eaton, Cuatro

Ansel Elgort es Caleb Prior

Kate Winslet interpreta a Jeanine Matthews,
líder de Erudición

Ashley Judd y Tony Goldwyn son Natalie y Andrew Prior,
los padres

La voz narrativa es la de la propia Beatrice Prior, en presente, con lo que se consigue una mayor cercanía a la hora de leer y esto, sin duda, hace más intensas las escenas de acción, que abundan, y la constante tensión derivada de la aventura. Porque esa es una de las características indiscutibles del estilo que Veronica Roth pone en práctica en Divergente: directo, ágil, rozando lo trepidante por momentos.

No es una lectura sesuda, no al menos para cierto grupo de edad y, probablemente, tampoco lo sea para los lectores a los que va dirigida la literatura juvenil. Pero sin duda consigue lo que busca: entretener.

El escenario, en líneas generales, como hemos comentado era un Chicago del futuro, en una versión distópica —utopía negativa—, que siempre dan mucho juego.


Y, con todo esto como referencia, ahora es a vosotros a quienes os toca decidir si os apetece leerla o no. Aunque si decidís ver las películas, ¿por qué no darle una oportunidad a los libros si es que os gusta la temática?


¡Leed!

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